

Risas, gritos de excitación, palmas para acompañar las pegadizas canciones y una constante interactuación entre protagonistas y pequeños hacen del Condal un espacio feliz durante las dos horas de este viaje por el mundo de los sueños.
El montaje engancha de principio a fin y este es su primer mérito. Otro no menor es el de haber logrado que el público infantil que ha leído los libros se identifique con el protagonista y sus personajes. La funcional y colorista escenografía digital de Tatiana Halbach y Soren Christensen recrea a la perfección los diferentes reinos. Los efectos son magníficos y dan gran profundidad al escenario, por donde discurre la peripecia de este miedoso y noble ratón (interpretado, dicen, por el propio personaje). Un mundo de mares, hielos y bosques mágicos en el que todos cantan y bailan. Un marco onírico para este recomendable espectáculo.
Gracias Yurena
Àngel Llàcer, director de 'El Musical del Regne de la Fantasia', nos habla de las aventuras del ratón periodista que fascina a los más pequeños y que a partir de este viernes tendrá la oportunidad de seducir a los más grandes.
La serie de libros para niños y jóvenes Gerónimo Stilton, ideada por la escritora italiana Elisabetta Dami, ya tiene versión teatral. Desde el 3 de diciembre, se podrá ver al Teatro Condal y la adaptación del primer libro de este fenómeno literario, protagonizado por un ratón bibliófilo y melómano que vive en Ratonia. Con guión de Enric Llort y música de Manu Guix, el televisivo Àngel Llàcer dirige Gerónimo Silton, el Musical del Regne de la Fantasia, donde toda la familia disfrutará de las aventuras en la Isla de los ratones.
Es la segunda vez que dirige un espectáculo infantil después de La màgia dels Kidkids. Lo afronta de la misma manera que una obra para un público adulto?
De la misma manera, claro, pero con unos ojos más posados en el público, mucho más exigente. Esta vez, por ejemplo, he llevado a mis sobrinos al teatro para probar el espectáculo. Creo que se ha de ser todavía más exigente con un espectáculo infantil. Tienes más miedo porque los niños no son hipócritas y cuando una cosa no les gusta o se aburren, se levantan y se van a hacer otra cosa. En cambio, los adultos aunque se aburran como una ostra durante 20 minutos, allí se quedan haciendo ver que se lo están pasando bien. Los niños no se pueden aburrir dos minutos.
Han sido fieles al libro o han hecho una libre adaptación?
El musical es la adaptacion del primer libro de Geronimo Stilton, El viaje al Reino de la Fantasia. Hemos hecho un poco de adaptación, trabajando más los temas que más nos gustaban, como el concepto de amistad. Hablamos sobre qué significa tener un amigo, la lealtad, qué significa perder a alguien que quieres y la importancia de el amor en la vida. Al fin y al cabo, los libros de Geronimo son muy adultos porque en el fondo nos hablan de muchas cosas que entiendes cuando te haces mayor. A parte de esto, también he incorporado a Alice, que es un personaje que no sale en este primer libro pero que a mi me interesaba y le he dado mucho papel
Decía que sus sobrinos habían visto la obra. La ha probado con niños? Cual es el primer feed-back?
Mis sobrinos ya se sabían las canciones. Está hecho para muchas edades. Mi sobrina, por ejemplo, que todavía no tiene edad para leer, está enganchada. Lo que más les gusta es el espíritu de aventura. Gerónimo es un ídolo. La primera canción que aparece en el espectáculo, por ejemplo, ya viene fuerte: "Estoy aquí. Soy Gerónimo Stilton". Al principio la canción solamente decía "Soy Gerónimo". Pero mi sobrino me dijo: "No se llama así. Se llama Gerónimo Stilton". Lo cambiamos inmediatamente. Mis sobrinos han acabado siendo asesores del espectáculo.
Dicen que es un espectáculo en cuatro dimensiones. Ha llegado el futuro al Condal?
Hay personajes en tres dimensiones proyectados en una pantalla. Además, en el escenario habrá un gran libro, que pasará página cada vez que cambien de reino. Es un mundo visual. Y los niños lo reconocerán fácilmente. Además, como el libro que desprende olores, también habrán olores en el teatro. Es un espectáculo de sensaciones.
Es una obra solamente escrita para niños o los padres también acabaran de pie aplaudiendo?
Es un espectáculo familiar. Hay bromas que solamente entenderán los mayores. Creo que llorarán más los padres que los niños. Hay momentos muy emotivos. Creo que los padres sabrán de qué estamos hablando y entrarán también dentro del espectáculo. También hay muchos gags pensados para ellos. Por ejemplo, el personaje de Jengibre está un poco loco, pero solamente los padres engancharán las bromas de porqué lo está. Le hago interpretar personajes de películas, como El Padrino. Grandes y pequeños acaban viviendo de la misma manera la risa y la emoción.
Ahora que se ha metido de lleno en el mundo Stilton, por qué crees que se ha convertido en un fenómeno de tanto éxito?
Yo creo que porque precisamente es muy adulto y no trata a los niños como si fueran tontos. Y esto es importante. Es lo que engancha, que cuando lees, te pone en marcha. Creo que los niños mejoran leyendo libros como estos, rodeados de personajes que sacan a la luz su auténtico potencial.
Han escogido actores muy jóvenes. Para acercarlos al publico infantil?
Necesitaba gente con energía. Aunque Lloll, que interpreta a la bruja Stria, que es la mayor, se los lleva a todos por delante.
Este tipo de espectáculos, como muchos otros que están proliferando, crees que ayudan a educar teatralmente y musicalmente a los más pequeños?
Sí, y es complicado. Porque muchas veces, cuando eres pequeño o adolescente, con el colegio te llevan a ver teatro, pero te llevan a ver Terra Baixa, y no es la edad. Te aburres terriblemente. Y muchas veces, esto aleja para muchos años, o incluso para siempre, a los jóvenes del teatro. Por ello, Manu y yo, hicimos el espectáculo Qué! y fue un éxito. Tenemos que hacer también productos, siempre de calidad, para todas las edades. Ya tendrán tiempo de ver un Lorca.
¿Qué dirían los alumnos de la academia de OT si vieran su profesor Àngel Llàcer con un carro de la compra por las callejuelas de su barrio natal, Sarrià, buscando sus provisiones de carne, de fruta y de pescado? Aquel profesor que ponía el grito en el cielo a las clases de interpretación es, en su ambiente cotidiano, un vecino tranquilo y que quiere pasar desapercibido. «En la fiesta mayor del barrio me encantaba hacer el burro tanto como quería, pero ahora ya no puedo», se lamenta el actor.Afortunadamente, en aquel barrio donde nació y donde ahora vuelve a residir no hay muchos espacios nocturnos de ocio para poder desmelenarse. «Para mi gusto, falta un poco de vida de noche», señala el también presentador televisivo y director de teatro.
Fajo de billetes
Llàcer sabe apreciar, de todos modos, los aspectos positivos de una zona de la ciudad muy tranquila: «Escuchar campanadas de iglesia y el canto de los pájaros desde casa es fantástico», dice. El presentador está encantado, especialmente, con las magníficas vistas al cielo que le regala su terraza. «Volví al barrio porque buscaba piso y mi madre me avisó que había un ático cerca de donde ella vivía. Lo vi y me gustó ", explica.
El camino hacia su escuela (el Liceu Francès) y los descampados de aventurero adolescente - «siempre me ha atraído lo que está prohibido», apunta- han sido asfaltados. Pero el asfalto no cubre recuerdos entrañables como «los bocadillos de salchichas con los amigos en el casal, o el día que me encontré un fajo de billetes en el suelo, cuando iba a la escuela», apunta. «Giré y se lo llevé a mi madre. Había mucho dinero », recuerda.
Hoy, viajes de trabajo y de placer han hecho de Sarrià su lugar de residencia y calma más que un espacio vecinal para construir relaciones. «Cuando oscurece es cuando más disfruto del barrio», confiesa Llàcer. Con las cenas en casa cuida las relaciones. «Mi especialidad son los huevos estrellados», dice.
Y, cuando sale la luna, saca el telescopio. «Aquí, en Galicia, en Polonia y EEUU, todos compartimos una misma luna. Siempre lo pienso », señala. Es su manera de sentir cerca los que están lejos. El Skype también la ayuda. «Cada noche, antes de irnos a la cama, nos conectamos unos cuantos amigos y comentamos el horóscopo que una señora anuncia de madrugada en la tele», comenta el director de teatro, que el próximo 10 de diciembre estrenará el musical infantil 'El reino de la fantasía', basado en las aventuras del ratón Geronimo Stilton.
Què dirien els alumnes de l'acadèmia d'OT si veiessin el seu professor Àngel Llàcer amb un carro de la compra pels carrerons del seu Sarrià natal buscant les seves provisions de carn, de fruita i de peix? Aquell professor que posava el crit al cel a les classes d'interpretació és, en el seu ambient quotidià, un veí tranquil i que vol passar desapercebut. «A la festa major del barri m'encantava fer el burro tant com volia, però ara ja no puc», es lamenta l'actor.
Afortunadament, en aquell barri on va néixer i on ara torna a residir no hi ha gaires espais nocturns d'oci per poder desmelenar-se. «Per al meu gust,hi falta una mica de vida de nit», assenyala el també presentador televisiu i director de teatre.
Feix de bitllets
Llàcer sap apreciar, de tota manera, els aspectes positius d'una zona de la ciutat molt tranquil·la: «Escoltar campanades d'església i el cant dels ocells des de casa és fantàstic», diu. El presentador està encantat, especialment, amb les magnífiques vistes al cel que li regala la seva terrassa. «Vaig tornar al barri perquè buscava pis i la meva mare em va avisar que hi havia un àtic a prop d'on ella vivia. El vaig veure i em va agradar», explica.
El camí cap a la seva escola (el Liceu Francès) i els descampats d'aventurer adolescent -«sempre m'ha atret el que està prohibit», apunta- han estat asfaltats. Però l'asfalt no cobreix records entranyables com «els entrepans de salsitxes amb els amics al casal, o el dia que em vaig trobar un feix de bitllets a terra, quan anava a l'escola», apunta. «Vaig girar i l'hi vaig portar a la meva mare. Hi havia molt diners», recorda.
Avui, viatges de treball i de plaer han fet de Sarrià el seu lloc de residència i calma més que un espai veïnal per construir-hi relacions. «Quan es fa fosc és quan més disfruto del barri», confessa Llàcer. Amb els sopars a casa cuida les relacions. «La meva especialitat són els ous estrellats», diu.
I, quan surt la lluna, treu el telescopi. «Aquí, a Galícia, a Polònia i als EUA, tots compartim una mateixa lluna. Sempre ho penso», assenyala. És la seva manera de sentir a prop els que són lluny. L'Skype també l'ajuda. «Cada nit, abans d'anar-nos-en al llit, ens connectem uns quants amics i comentem l'horòscop que una senyora anuncia de matinada a la tele», comenta el director de teatre, que el pròxim 10 de desembre estrenarà el musical infantil El regne de la fantasia, basat en les aventures del ratolí Geronimo Stilton.